sábado, 31 de diciembre de 2005

Feliz Año Nuevo


Desde Toroprensa quiero agradecer a todos los amigos que han visitado alguna vez esta página esos segundos, quizás minutos, ojeando lo que se me ocurre sobre esas cosas que me mueven el alma. Agradecimientos a toda la blogosfera taurina, especialmente a Bastonito (de Taurofilia), a los que había perdido de vista desde mis años pamploneses –benditos ellos, aquellos años y los amigos–, a los que han caído por casualidad, a los que les conmueve Chano porque saben conmoverse, a los que están hartos de las tropelías de los taurinos, a los que sueñan porque lucho por ser como ellos y también a Armoa, la que más ha sufrido esta aventurilla y la que se ha peleado con el ordenador para poder depositar los posts, por derecho, con naturalidad y con esa flamencura que a ella le adorna. Por cierto ¿sabe alguien qué diablos es un post?
A todos, muchas gracias.... y os dejo una maravillosa obra de Arnás, don Vicente, que es uno de mis pintores preferidos

Pablo G. Mancha, para servirles

viernes, 30 de diciembre de 2005

Fin de año con los toreros riojanos en 'Sol y Sombra' de Punto Radio La Rioja


Sergio Domínguez y Diego Urdiales, los toreros más importantes de nuestra Comunidad Autónoma, estuvieron el jueves en el programa ‘Sol y Sombra’ de Punto Radio La Rioja para hacer balance de sus respectivas temporadas y también con el fin de analizar sus proyectos de cara al año que comienza. Ambos toreros viven situaciones muy diferentes, ya que mientras el rejoneador calagurritano está a un paso de entrar en la elite de su escalafón con más de cincuenta corridas toreadas en año pasado y con grandes perspectivas para 2006, la suerte sigue mostrándose esquiva para el matador arnedano, que acabó su año con sólo tres corridas, aunque dos de ellas fueran en plazas de tanta responsabilidad como Madrid y Logroño y dejando un grato sabor de boca entre los aficionados. Sergio Domínguez dijo que su apoderado, Víctor de la Serna, le estaba diseñando en principio una temporada parecida a la vivida en este año, aunque con la posibilidad de volver en marzo en Castellón, plaza en la que consiguió dos orejas en su primer triunfo fuerte de la temporada, y poder presentarse en cosos de la relevancia de Valencia e incluso en la Feria de Abril de Sevilla: «Todavía no hay nada seguro pero sé que las conversaciones van por ese camino, aunque veo todavía un poco lejano confirmar la alternativa en Madrid, ya que se han reducido con el nuevo pliego las corridas de rejones», confesó el centauro riojano a la vez que destacaba su empeño en mejorar su cuadra cada día: «Hay tres caballos que se van a incorporar de forma definitiva: el que me regaló Pablo Hermoso de Mendoza, llamado ‘Gallito’, otro que le he comprado, ‘Rebujito’ y ‘Pegaso’. Pero además, ya estoy preparando potros para 2007». Por su parte, Diego Urdiales confía en poder hacer el paseíllo en Las Ventas antes de la Feria de San Isidro: «Es muy complicado porque hay muchos toreros en mi misma situación, pero estoy seguro de que me puede ayudar el buen sabor de boca que dejé entre los aficionados y los empresarios madrileños en mi actuación en julio. Sé que es muy difícil pero tengo muchas ilusiones depositadas en poder actuar en Las Ventas». El torero arnedano dijo que no descuidaba en ningún momento su preparación tanto psíquica com física y que cada día entrenaba más: «Muchas jornadas incluso me pongo el traje de luces sólo para entrenar, para seguir sintiéndome torero».

Avance de carteles para la miniferia de marzo en Arnedo
El presidente del Club Taurino de Arnedo y miembro de la Comisión del Zapato de Oro, Pedro Solana, manifestó a Punto Radio La Rioja que ya se han definido dos de los tres festejos de la próxima feria arnedana de marzo. Se celebrará la final del ‘Zapato de Plata’ en la que participarán seis novilleros sin caballos, una novillada concurso de ganaderías con reses de hierros como La Quinta, Fuente Ymbro, Yerbabuena y Santafé Martón y posiblemente –este último extremo sin confirmar– un festejo mixto con la presencia de Sergio Domínguez.

Foto: Juan Marín. Los toreros Diego Urdiales y Sergio Domínguez (en el centro), con el equipo del programa 'Sol y Sombra'.

jueves, 29 de diciembre de 2005

«Sueño ser como Curro Romero y torear al año diez corridas donde me dé la gana»


El rejoneador estellés alerta sobre las «horas bajas» de la fiesta y relata la inquietud que le provoca la «seguridad» del público en sus triunfos

– ¿Cómo ve el estado de la fiesta de los toros?

– De nada sirve engañarse y lo cierto es que estamos viviendo un momento de horas bajas. De hecho, se está notando un importante descenso en la afluencia de público, quizás por falta de toreros taquilleros, porque sí que puedo decir que en el escalafón hay matadores de gran calidad. Curiosamente, en las corridas de rejones se ha vivido, en parte, el fenómeno contrario.

– ¿Es cierto que le han ofrecido torear en los Estados Unidos?

– Sí y hace años que está ahí la idea, pero ha habido muchos problemas técnicos y de prohibiciones. Sin embargo, el año pasado pude torear cuatro corridas con un resultado bastante agradable, ya que en ese país hay muy buenos aficionados y clubes taurinos muy asentados, como el de Los Ángeles. Pero además, fue dar un paso más en el afán de labrar un futuro nuevo a la fiesta, porque no se hiere a los toros ya que se coloca un fieltro en los lomos y las banderillas quedan pegadas, no clavadas. Por si fuera poco, se protege a los caballos enfundando los cuernos de las reses. Es cierto que se pierde algo de rito, pero se aumenta en emoción porque los astados, al no ser castigados, se van viniendo poco a poco hacia arriba y la cosa es muy complicada.

– ¿A qué se debe que su evolución como figura vaya creciendo con los años y se provoque el efecto contrario que en la mayoría de sus compañeros, quienes poco a poco se van diluyendo?. Sin embargo, usted cada año es más taquillero.

– Esto es sin duda lo más impresionante que me ha pasado en la vida. Cuando obtuve mis primeros grandes triunfos, Joao Moura me dijo que tenía que ser capaz de aprovechar la novedad. Yo viví, aproveché y rentabilicé esa novedad. Pero cuando se acabó la novedad no llegó el ocaso. La prensa dice que tengo parte del triunfo ganado porque el público está a mi favor. Pero eso es intrínsecamente muy duro porque yo ya carezco del factor sorpresa. Se diría casi que estoy obligado a triunfar porque la gente va a verme con una seguridad de que va a contemplar una gran faena, que para mí es como llevar una losa terrible a mis espaldas. Esta temporada volveré a Logroño lleno de ilusión, pero la mayoría de los espectadores que me han visto triunfar estos años irá convencida y convenciendo a los que vayan que Pablo Hermoso de Mendoza va a volver a bordar el toreo. Eso es muy duro porque es terrible decepcionar.

– ¿Cuáles son sus aportaciones técnicas al rejoneo?

– Creo que más importante que lo que hago es la forma en la que lo hago y lo siento, la ilusión y la entrega, por eso lo que hago parece totalmente diferente.

– ¿A qué aspira para su futuro como torero?

– Me gustaría estar muchos años como rejoneador pero sin vivir el estrés de torear en tantas ferias. No sé, de alguna manera, sueño con imaginarme como hacía Curro Romero, con unas diez corridas al año en las plazas que más me gustan. No hay que olvidar que un artista vive del público y me imagino que cuando se está fuera se le echa mucho de menos, por eso admiro a Curro.

Sobre el público
El más duro: El de la plaza de Campo Pequenho, de Lisboa. Me respetan mucho, pero cuando empecé a torear allí me pitaban sin saber las razones. Joao Moura me dijo que lo hacían porque no me paraba en los cites.
Sevilla y Jerez: A principio me daban miedo. Ahora soy su preferido.
México: Estoy como en mi tierra, aunque son muy especiales y cambiantes.
Francia: Cada vez saben más y están muy preparados.

Sobre el toro
Murube: es el encaste que más toreamos los rejoneadores. Es muy fiable.
Domecq: es muy bueno, pero los ganaderos dejan los astados de mejor nota para el toreo a pie
El toro mejicano: es diferente al español; se parece al de Victorino porque embiste al paso, sin galopar, de forma muy despaciosa, aunque sin la emoción de los de Victorino, pero me gusta mucho.

miércoles, 28 de diciembre de 2005

El hombre que añora a Francisco Sánchez


La primera gira internacional de Paco de Lucía se remonta a 1962

«Yo me alejo de todo lo que me haga recordar a Paco de Lucía. Yo reivindico para mí a Francisco Sánchez, que le gusta la paz, la tranquilidad, la serenidad y todo eso es incompatible con convivir con Paco de Lucía».
Así resume Paco de Lucía las servidumbres de una vida pegada a los escenarios, a las salas de grabaciones y a la vorágine que significa tener a las espaldas más de 30 discos, miles de conciertos y millones de kilómetros desparramados por los cinco continentes. «La música te llega o no te llega y no necesita de palabras ni de explicaciones», escribía Paco de Lucía hace más de doce años en un número especial de ‘La Caña’ (una revista de flamenco) dedicado a Camarón de la Isla, su hermano de alma, su otro yo, el genio con el que deparó una de las hornadas de discos más alucinantes de todos los tiempos. Ahora, andado el tiempo, parece que aquello no sólo era una definición de un sentimiento, sino de su propia realidad, de lo que significa Paco no sólo para el flamenco, sino para la música toda, ya que se le puede considerar como el flamenco más universal de todos los tiempos y el músico español más prestigioso de la historia. Hasta su llegada, todos los guitarristas –excepto Agustín Castellón ‘Sabicas’, que vivía en Nueva York– continuaban el camino de Ramón Montoya. A partir de Paco, todo cambiaría, incluso Paco, porque Paco es la propia música, y porque es imposible entender el flamenco contemporáneo sin la sonanta de aquel niño que se dio a conocer a los doce años, junto a su hermano Pepe, con el dúo llamado ‘Los Chiquitos de Algeciras’. En 1962 realizó su primera gira internacional integrando la compañía del bailaor José Greco. Sus primeros discos los grabó con el tocaor Ricardo Modrego y Ramón de Algeciras.

Con Camarón
A principios de los setenta coincidió con Camarón en Madrid, que por entonces cantaba en Torres Bermejas. Fue la unión de dos genios que se admiraban mutuamente. No hubo roces, el engranaje funcionó a la perfección y elevaron el compás flamenco a cotas nunca superadas. Paco se convirtió en estrella del hit parade en 1973, con ‘Entre dos aguas’. Después entró en contacto con la música brasileña, con el clasicismo de Falla, Albéniz o Rodrigo, con el jazz de Chick Corea (uno de sus ídolos), John McLaughlin, Pedro Iturralde, Al Di Meola o Larry Coryell. Además, gracias a su sexteto, creó el concepto actual de grupo flamenco, que ahora es el modelo de presentar a un grupo sobre el escenario. A través de su obra, se percibe con claridad la creación de un lenguaje propio, de un estilo, el suyo, que de una u otra manera han seguido todos los demás guitarristas. Paco ha sido capaz de proyectar el flamenco a un mercado universal, alejando conceptos como la hermética o la pureza de su lado. Paco es patrimonio de todos y su música no tiene más dueño que el sentimiento de Francisco Sánchez.

Fotografía:
Festival Ljubljana/Press

«Los años han pasado, pero todavía me queda bastante de aquella vena salvaje de Pata Negra»


Entrevista con Raimundo Amador, que recuerda sus años de Guitarras Callejeras y sus trabajos con Camarón

Raimundo Amador ya no es aquel joven guitarrista que grabó en 1979 con el mismísimo Camarón y Tomatito ‘La leyenda del Tiempo’, uno de los discos más alucinantes de la historia del flamenco. Raimundo tampoco es el guitarra surrealista de Pata Negra (el de los picados imposibles), pero Raimundo, ‘Mundi’ para los amigos –B.B. King incluido– reconoce sin ambages que «aunque no soy el mismo de antes, todavía me queda un poco de aquella vena salvaje de Pata Negra».
– Su disco, ‘Isla Menor’, tiene un sonido lleno de fusión. Sin embargo, nunca abandona la herencia flamenca...
– Yo soy flamenco a pesar de que algunos me quieran negar el pan y la sal y me aburre tener que ir demostrandolo cada día, pero yo no voy a renunciar a mis sentimientos jamás.
– Pero usted empezó desde el principio con la fusión cuando apenas había ningún movimiento musical que les precediera.
– En la primera época de ‘Pata Negra’, (los años de discos como ‘Rock Gitano’ y ‘Guitarras Callejeras’) nosotros nos lanzamos a una especie de precipicio porque no había nada donde poder agarrarnos y hacíamos la música que escuchábamos en casa desde niños, mezclada con la influencia de la guitarra de Jimmy Hendrix. Por eso ‘Pata Negra’ cautivó de aquella manera y abrió un camino al que no se le adivina el final. Porque uno escucha las canciones de aquellos años y parece que no han envejecido ni un ápice.
– Y qué queda en el Raimundo de ahora de aquel artista.
– Desde luego que han pasado más de veinte años, pero todavía habita en mí bastante de aquella vena salvaje. También puedo decir que como músico estoy en mi mejor momento, con un bagaje detrás que me aporta una sensación de madurez impresionante, con más conocimientos, con más técnica, con más ilusión.
– ¿Qué significó participar activamente en la grabación junto a Camarón de ‘La Leyenda del Tiempo’?
– Aquello fue increíble. Al principio cuando salió el disco, con Tomatito, con músicos de ‘Alameda’, y ‘Dolores’, sonando la guitarras eléctricas y la batería, hubo muy poca gente que lo entendió. Se cuenta que muchos devolvieron los discos porque decían que lo que sonaba no era ni Camarón ni flamenco. Ahora, se asegura todo lo contrario. Y estoy convencido de que muchos de los que fueron implacables con aquel trabajo son los que ahora dicen que es el mejor disco de Camarón. Es triste, pero es así. Y coges el disco y oyes las alegrías, el romance del Amargo, la bulería de Omar Kayan y me sigue poniendo los pelos como escarpias. Personalmente nunca olvidaré a Camarón, su sencillez como persona y su increíble altura musical.
– Uno de sus más felices encuentros artísticos ha sido con ese monstruo del blues llamado B. B. King. ¿Le siguen temblando las piernas cuando tiene que actuar con él?
– Es impresionante. Habré hecho más de 30 conciertos con él y cuando me anuncian me entra algo especial muy acongojante. Es que es un pedazo de músico, con esos baterías que lleva, con esa banda... En el flamenco mis padrinos son Camaron y Paco de Lucía y en el blues, B.B. King. Es curioso que cuando tengo que hablar con él necesito un intérprete, pero cuando cogemos ambos la guitarra nos entendemos de una manera increíble. Yo he aprendido a su lado una barbaridad y a veces le he visto marcarse alguna escala de las nuestras. Es un personaje y un músico genial.
– ¿Sigue disfrutando como siempre tocando flamenco?
– Estuve en la Bienal de Sevilla con La Negra y aquello me salió del pellejo.

martes, 27 de diciembre de 2005

«Esta novela es algo así como la crónica sentimental de la vida de un torero»

Entrevista a Francisco Javier Aguirre, autor de la novela ‘Un corazón en la arena’, un apasionado relato sobre la vida del torero Florentino Ballesteros

– ¿Cuál es la razón por la que decidió novelar la vida del diestro aragonés Florentino Ballesteros?
– Porque me parece que desde sus orígenes hasta su muerte la vida de este hombre constituyó una búsqueda continúa, tanto del calor femenino del que careció desde niño como la aspiración de sobreponerse a una vida que no tenía un horizonte precisamente demasiado halagüeño. No conoció a su madre, fue depositado en un hospicio zaragozano el mismo día que nació. Después fue recogido por una familia que lo crió en un pueblo hasta que murió su padre adoptivo. Tuvo que regresar a la inclusa y ante él se presentaba el futuro de una vida gris sumida casi en la pobreza, a pesar de que en la casa de Misericordia de Zaragoza pudo estudiar música y aprender un oficio. Sin embargo, Florentino era una persona dotada de una energía moral muy poderosa que le hizo ver la tauromaquia como el escape perfecto.
– En esos años, a principios del siglo pasado, no existía otra posibilidad...
– Claro, el fútbol de hoy en día puede desempeñar el papel de los toros en aquellos años. El caso es que desde el principio logró despuntar y toda la zona de Zaragoza se volcó con él y con otro novillero, también apellidado Ballesteros, aunque apodado Herrerín, que destaparon todas las ilusiones de la afición a los toros. Tanto es así, que la plaza de la ciudad hubo de ampliar el aforo en unas 5000 localidades para asistir a los duelos entre ambos diestros.
– ¿Es su novela una obra taurina?
– Estrictamente no, ya que además de la pura biografía y de la anécdota vital del torero, he cargado la suerte en aspectos más o menos melodramáticos e incluso eróticos de la vida de Florentino. El libro, digamoslo así, está dividido en tres tercios. El primero de ellos se llama Nostalgias y aborda la falta de la madre y la configuración de la personalidad que este factor puede implicar en un niño. Especulo con que la progenitora de Florentino fuera una prostituta, ya que la calle en la que nació estaba enclavada en el centro de ese mundo. También esta presente el despertar amoroso y sexual de Florentino en su época con la familia que lo tuvo temporalmente. En ese sentido, se casó muy joven, con apenas veinte años, a pesar de que sus mentores –todavía no existía la figura del apoderado– le aconsejaban exactamente lo contrario. Al final, como no podía ser de otra manera, se aborda en el tercio de Muerte su prematura desaparición.
– ¿Hasta dónde llegó como torero?
– Hay que pensar que desarrolló su profesión en la denominada Edad de Oro, con matadores de la trascendencia de Joselito, Belmonte, Rafael El Gallo, Gaona. Lo cierto es que fue capaz de despuntar en ese paisaje. El año ante de desaparecer, cuenta el Cossío, que había ajustado con las diferentes empresas más de setenta corridas, lo que da una idea de su proyección como figura. Me he documentado con los revisteros y cronistas de la época (Don Ventura, Don Indalecio y otros) para bucear en su talante como matado y en su proyección de figura.

Ante la muerte y el miedo
Florentino Ballesteros murió en la fonda Los Leones, sita en la calle del Carmen de la capital de España. Un día antes, el sexto toro de la corrida, un berrendo en castaño llamado Cocinero, del hierro de Benjumea, le hundía el pitón en el pecho, tras haber veroniqueado «erguido, artístico y ceñido», a decir de un revistero que contempló la tragedia. Era el 22 de abril de 1917, con el Papa Negro y Joselito abriendo un cartel cuando Florentino Ballesteros, «el mejor torero aragonés de la historia» hacía su último paseíllo. Francisco Javier Aguirre cuenta que uno de los aspectos que más le llama la atención de los toreros es la relación que mantienen con la muerte y el miedo: «Los toreros llevan siempre la muerte bajo el brazo y por eso están casi bendecidos por el miedo, es casi un don natural que incluso les protege. No se puede comparar la suya a ninguna otra profesión porque se sabe que la cornada, la cogida y la tragedia pueden aparecer en cualquier momento. De todas las formas, es difícil que ellos lo expresen. Quizás esas sensaciones puede aflorar a través de sensaciones mucho más sutiles como la mirada o los gestos. La muerte de Florentino debió de ser terrible, con una larga agonía y con una escasez de medios que ahora sería inasumible, pero la muerte sigue estando ahí para los toreros, de una forma imprecisa, pero igualmente presente».

domingo, 25 de diciembre de 2005

“La creación es siempre un proceso natural”


Carmen Linares (Premio Nacional de Música) actuó hace dos años en el Salón de Columnas del Bretón de Logroño acompañada por la guitarra de Paco Cortés. Para muchos, ver a esta cantaora –toda ella un mito del cante– en un espacio tan singular como la vieja Sala Rex, supone un lujo para los aficionados: “Siempre que he cantado en Logroño he notado muy cerca su calor y sensibilidad hacia el flamenco”, apostilla la excepcional cantaora.

– ¿Por qué se ha decidido a actuar en Logroño en un formato tan peculiar como el Salón de Columnas?

– Siempre que he estado aquí he sentido la calidad de sus aficionados y su amor por el flamenco. Sé que el sitio es pequeño y además me queda mucho tiempo por delante para volver a Logroño y hacerlo en un espacio más grande. Además, como Antonio Benamargo me dijo que la sala era muy hermosa y tenía bastante tradición, me decidí por actuar en ella.

– Carmen Linares es una mujer y una artista inquieta que parece tener esa ansia creativa propia de los genios, como Enrique Morente...
– Quizás no soy consciente de que esté abriendo puertas, pero me gusta hacerlo porque desbrozar caminos es la obligación de todos los creadores, ya que en el arte no tiene que existir nada estático. Pongo como ejemplo la ‘Locura de Brisa y Trino’ que grabé con Manolo Sanlúcar, que me ha abierto la mente.

– ¿En qué sentido?

– Porque canto de otra manera, que está relacionada con el flamenco, pero que me convierte en otro instrumento más de esta composición de Manolo Sanlúcar que también ha dibujado otros caminos para la guitarra.

– En el último concierto que se vivió en Logroño hubo quien pidió que Miguel Poveda recurriera al grito en alguno de sus cantes.

– Cada intérprete es un mundo y el flamenco es muy individualista. Por ejemplo, Poveda, que canta de maravilla, tiene su sensibilidad. Lo que deberían hacer esas personas es quitarse los tabúes e ir con el alma limpia a escuchar. Luego que se decidan, pero primero a escuchar. El flamenco no es el grito por el grito, porque cada uno tiene su personalidad y ha de ser fiel a sí mismo. La muerte del flamenco es la imitación y además eso sería muy triste. Pero hay más, ya que el que se proponga innovar por innovar está perdido, porque la creación es un proceso natural.

– ¿Qué tal le ha sentado el Premio Nacional de Música?
– De maravilla. Ha sido una alegría muy grande porque se premia al flamenco y a una cantaora.
– ¿Le ha costado más llegar por ser mujer?

– No, sinceramente. Lo que pasa es que los hombres tienen más tiempo, porque soy madre, he tenido que parir a mis hijos y tenemos una función que los hombres carecen y que a la postre requiere más esfuerzo personal. Pero en el sentido de sentir discriminación, no.

– ¿Qué papel jugó su padre en su vocación cantaora?

– Él tocaba la guitarra como aficionado y me empujaba suavemente hacia el flamenco. Me decía que Dios me había dado un don y no lo podía desaprovechar.

– ¿Qué cantaores eran los que más le gustaban?

– Mi padre me llevaba a la peña Charlot y allí conocí a Rafael Romero “El Gallina”, Pepe el de la Matrona, Juan Varea y muchos de los que pasaban.

– ¿Cómo ve la eclosión de nuevos cantaores?

– Son una maravilla y estoy como una fiera dandoles mi apoyo siempre porque ellos son el futuro de este arte.

– ¿Cómo se siente cuando le dicen que usted es un mito?

– Lo veo con mucha lejanía porque tengo mucho que dar todavía. No quiero que se vea en esto ninguna clase de falsa modestia, pero lo que verdaderamente me llena es que la gente disfrute con lo que canto, eso es lo más hermoso. Me pasa también a mí, que no puedo vivir sin el flamenco. A veces, me pongo un disco de Chacón, Camarón o Morente y me siento tan feliz...

– ¿Cómo ha previsto el concierto de esta noche?

– Voy a tocar diferentes palos. No he pensado todavía las letras que voy a hacer, pero sí sé que habrá soleá, siguiriya, tientos, algo de levante...

Fotografía: Fernando Díaz

viernes, 23 de diciembre de 2005

Esplá dice que Chopera amenazó a un torero vetándole en sus cosos si actuaba en Almería


El empresario vasco declinó rebatir al alicantino hasta que éste diga el nombre del torero presuntamente coartado

«He cometido otra vez la osadía de ir a una corrida en una plaza de los propietarios de Logroño (la empresa Martínez Flamarique, dirigida por los empresarios donostiarras Óscar y Pablo ‘Chopera’) sin su permiso y ya han ejercido venganzas en torno a ello, ya que ha habido un torero contratado para una corrida que se celebrará el próximo 2 de enero en Almería que se ha tenido que descolgar por las amenazas de estos señores y lo ha hecho porque quiere torear en sus plazas de España y Francia. De hecho, si yo he entrado en este cartel ha sido para suplir a este compañero que ha decidido no torear por esta cuestión». De esta forma se expresó ayer el matador de toros alicantino Luis Francisco Esplá en el programa ‘Sol y Sombra’ de Punto Radio La Rioja. La plaza de Almería, dirigida artísticamente por la familia ‘Chopera’ desde hace más de cincuenta años, abrirá sus puertas el próximo dos de enero en un festejo organizado por su ayuntamiento y que este año va a tener carácter de corrida concurso de ganaderías y en el que están anunciados Luis Francisco Esplá, el burgalés José Ignacio Ramos y el torero local Curro Vivas. El matador alicantino fue más allá en sus acusaciones: «Lo que digo esta ahí. Este torero ha sido amenazado de esta forma: si torea en esta corrida y en esta fecha no va a pisar usted una plaza de las mías. El gran problema –prosiguió Esplá– es que los toreros no tienen el valor de denunciar estas prácticas. En manos de ustedes (refiriéndose a los periodistas) está el desenmarañar muchos de estos atropellos». En tono irónico, Luis Francisco Esplá dijo también: «Yo ya sé seguro que no voy a ir a la plaza de Logroño».

Lo que dice 'Chopera'

Óscar ‘Chopera’, que estaba en Madrid en las negociaciones del convenio taurino del próximo año, dijo que lo que tenía que hacer Esplá es «decir el nombre del torero al que asegura que nosostros hemos amenazado. Que diga claramente quién es porque yo lo que no voy a hacer es entrar es en una polémica creada artificialmente. Yo a estas manifestaciones les doy el mismo valor que a un anónimo: es decir nada. Que diga el nombre y después ya veremos», aseguró ‘Chopera’. Luis Francisco Esplá, también tuvo tiempo para analizar en el programa las claves por las que la fiesta de los toros atraviesa un momento de crisis: «Se ha roto una estructura de equilibrio que antes imperaba en la fiesta y que atendía tanto a los intereses de los empresarios, toreros y ganaderos como de los espectadores. De hecho, del conflicto de intereses entre dichos estamentos surgía un equilibro. Hoy todo eso se ha roto porque existe una prepotencia empresarial que ha dejado al margen los gustos de un público que hoy por hoy carece de voz y voto y que funciona completamente al margen de negocio taurino». Esplá también se refirió a los motivos por los que la sociedad poco a poco va dando la espalda al toreo: «En primer lugar, la oferta de ocio y espectáculos es cada día mayor y la competencia para los toros es tremenda y la gente tiene la opción de elegir. El segundo aspecto es que la gente se aburre en los toros y por último, la propia fiesta huele a podrido. Me cuesta decirlo, pero muchas veces vestido de torero me aburro porque veo que fallan demasiados ingredientes para que todo funcione». Esplá dijo que venía avisando sobre esto desde hace más de quince años al ver la situación de las corridas en Barcelona: «Me llamaban pesimista, pero con las claves que están desarrollándose las cosas no queda más remedio que asumir que hay un gran problema». La solución para Esplá pasa por recuperar el fundamento de las corridas: la emoción. Así, garantizó que existen fórmulas para ello y depositó su mirada en el caso francés: «Ellos han demostrado que tienen claro el camino para lograrlo».

miércoles, 21 de diciembre de 2005

Un crack para Sergio Domínguez


Sergio Domínguez ha reforzado este año su cuadra con el fichaje de ‘Marlboro’, un caballo estrella

Sergio Domínguez ha vivido el verano más largo de su carrera. El más largo y el más peligroso, porque de su resultado ha dependido en gran parte su asalto a los puestos cimeros del escalafón. Lo tiene todo para triunfar: un apoderado de postín (Víctor de la Serna, hermano del crítico taurino de Abc y hombre de la empresa Sarot, un conglomerado taurino que gestiona un gran número de plazas por toda España), compromisos en cosos de relevancia, una sólida formación contrastada ya con triunfos en tardes de gran responsabilidad (Zaragoza, Nimes, Barcelona o Castellón, entre otras) y una excelente cuadra que ha reforzado esta temporada con la incorporación de una gran estrella. Si habláramos en términos balompédicos, se diría que Domínguez ha contratado a un auténtico crack en el que se habían fijado varios de los más reputados rejoneadores españoles y portugueses para ficharlo. El nuevo equino del centauro calagurritano es un tordo de 12 años llamado ‘Marlboro’, era propiedad de José Luis Cañaveral, y es hijo de uno de los cuatralbos históricos del arte de Marialva: ‘Opus’, el mítico caballo de Álvaro Domecq. Domingo Domínguez, padre del torero, prefiere no hablar del montante económico de la operación: «Los temas pecuniarios son muy complicados y no queremos que nadie piense de nosotros que vamos de nada. Se puede decir que el caballo ha costado lo que un buen piso en Calahorra y para financiarlo nos hemos tenido que desprender de uno de nuestras mejores monturas». Así que ‘Jaguar’, de siete años, uno de los caballos más aprecidados de España para el último tercio y una de las estrellas de Sergio, fue adquirido por Pablo Hermoso de Mendoza. De hecho, ya comparte cuadra con ‘Chenel’, ‘Campogrande’ y el mismísimo ‘Cagancho’, que vive un dorado retiro en la finca del genio estellés. Hermoso de Mendoza ha perdido dos puertas grandes en Madrid por marrar con el acero y ha decido apostar por una nueva montura, que desde que está con el navarro se anuncia como 'Dominguín'. Domingo Domínguez venía observando a ‘Marlboro’ desde hace algún tiempo: «Entre los profesionales se hablaba, y mucho, de sus condiciones. Había varios rejoneadores interesados en su compra y sabiendo las necesidades de este año y los compromisos que va a afrontar Sergio, nos decidimos a dar el paso. Es una apuesta, pero creo que hemos acertado, aunque todo tiene su riesgo». La primera gran prueba del caballo la vivió el pasado 25 de junio en Vinaroz (Castellón). «‘Marlboro’ estuvo sensacional, sobre todo en el primer toro y Sergio cortó cuatro orejas», relata Domingo a la vez que destaca las condiciones del nuevo equino: «Sergio es un torero que cuenta con un caballo extraordinario ‘Diamante’, pero que necesita de un toro muy especial, un toro muy bueno, para dar lo mejor de sí. Y lo que necesitaba era un caballo mucho más regular, quizás no tan fino con el toro bueno, pero mucho mejor que la media con los astados mediocres, que son los que más abundan en las plazas». Domingo Domínguez cuenta que muchos grandes rejoneadores de la historia han logrado triunfar con caballos preparados por otros compañeros. Por ejemplo, uno de los mejores de Hermoso de Mendoza –‘Danubio’– fue de Joao Moura, que a su vez triunfó montado sobre un ejemplar de Branco Nuncio.




Fotos: Enrique del Río y Fernando Díaz

martes, 20 de diciembre de 2005

Una historia memorable


Hermoso de Mendoza ha actuado ocho tardes en Logroño con 11 orejas y un rabo en tan sólo trece toros lidiados

Pablo Hermoso de Mendoza está muy vinculado afectivamente a Logroño, ya que su padre se trasladó a nuestra ciudad a principios de la década de los ochenta por motivos profesionales. Tal y como relata su propia página web (www.hermosodemendoza.com) fue en Logroño donde preparó sus dos primeros caballos de rejoneo ‘Cafetero’ y ‘Pezanha’, dos ejemplares importantes en sus inicios. A pesar de que en Logroño cuenta con multitud de amigos, sus actuaciones no han sido muy pródigas y hasta la inauguración de la nueva plaza de ‘La Ribera’ no se ha hecho un habitual en los carteles de San Mateo. Debutó el día 22 de septiembre de 1991, actuando en medio de un festejo junto a Francisco Ruiz Miguel, José Pedro Prados ‘El Fundi’ y ‘Gallito de Alfaro’. Lidió un toro de Conde de Murça, que salió con pies y al que recibió magistralmente con ‘Giralda’. Después, el toro se paró en exceso y tuvieron que poner todo de su parte el mítico ‘Cagancho’ – que ya estaba en su cuadra– y el mencionado ‘Cafetero’. Pablo dio la única vuelta al ruedo de aquella tarde. Su primera oreja la obtuvo el 24 de septiembre de 1995 de un toro de Martínez Elizondo que tampoco le dio facilidades. También en esta ocasión el caballo más destacado fue el de salida, en esta ocasión ‘Buenaventura’, aunque destacaron ‘Chicuelo’, ‘Cagancho’ y ‘Borba’. La tercera tarde fue el 9 de junio de 1999, con motivo del homenaje que el Club Taurino brindó a Manuel ‘Chopera’. Esta fue la tarde más redonda de Pablo en Logroño, ante un buen toro de Campos Peña con el que bordó el toreo y en la que consiguió obtener las dos orejas y el rabo. El año 2002 debutó en la nueva Plaza de. La corrida fue mixta y cortó una oreja al primero de los toros. El 27 de septiembre de 2003 actuó en la hasta ahora única corrida de rejones celebrada en la nueva plaza. Se puso el cartel de no hay billetes y firmó una de las faenas cumbres de esa temporada, destacando el toreo en banderillas de caballos como ‘Gayarre’ y ‘Campogrande’, que enamoró a la afición logroñesa por su valor y su estética torera. Cortó dos orejas al segundo de la tarde y se convirtió en el primer rejoneador –y hasta ahora, el único– en salir por la puerta grande de La Ribera. El año pasado lo volvió a bordar con un toro de Murube y montando a ‘Chenel’, ‘Samurai’ y ‘Fósforo’. En mayo realizó una faena antológica a lomos de ‘Chenel’ y ‘Campogrande’ y en el último San Mateo, además de volver a llenar la plaza, triunfó por todo lo alto de nuevo con una faena maravillosa en la que 'Chenel' volvió a dejar boquiabierto al público logroñés.

domingo, 18 de diciembre de 2005

Nunc est bibendum (y VI)


El vino en España
No se conoce con exactitud quienes introdujeron la vid en España; algunos tratadistas señalan que fueron los griegos, pero también es posible que fueran los púnicos. Lo que sí se conoce es que la historia vinícola de España es muy antigua, ya que existen documentos como exportadora de vinos allá por el siglo I a. c.
Los primeros viñedos, posiblemente traídos por los púnicos sobre el siglo VI ó V a. C., llegaron a la península por dos vías de penetración, una por la costa catalana y otra por la bética localidad de Oinoússa, cuya denominación alude al vino (oinos). Aquí se produjo una uva que los hispanos denominaban ‘coccolobis’ y que los romanos denominaron ‘balisca’. Plinio, naturalista romano, decía que la coccolobis “cuanto más dulce, es tanto mejor, la que tiene gusto seco se hace dulce al envejecer y la que lo tuvo dulce se convierte en seco al envejecer con el tiempo, eficaz contra las afecciones de la vejiga”. En otro lugar, comentaba Plinio, existe además una uva negra, llamada ‘aminnea’ o ‘syriaca’ que era “la mejor entre las inferiores”.

Vinus gaditanus
Los vinos de la Turdetania –bética occidental– llegaron a rivalizar con los más famosos vinos de la antigüedad y tal vez sean esos los que hoy degustamos como vinos andaluces, corroborado por algunos yacimientos arqueológicos submarinos donde se encontraron ánforas en las que estaba inscrita la denominación de ‘vinus gaditanus’. Y es que los primeros vinos españoles gozaron de una fama más que aceptable.

Las vides colonizadoras

Plinio relataba que los legionarios romanos llevaban varas de vid en sus equipos de campaña, que iban implantando progresivamente en los lugares conquistados; no olvidemos que la vid es un cultivo a largo plazo y, por lo tanto, colonizador. Cita en particular Plinio la variedad llamada ‘piccatum’ por su ligero sabor a petróleo y que se puede razonablemente identificar con la ‘Petite Syrah’, tal vez procedente de Shiraz (Siria), hoy cultivada en los aledaños del Ródano. Cabe señalar que ya hacia el siglo III d.c. los romanos habían sentado las bases de todos los grandes viñedos europeos actuales y que los límites de la viticultura clásica coinciden con los del Imperio Romano en el momento de su máxima expansión. Pero un hecho agrícola de gran consecuencia para la historia del vino fue la implantación de la vid en las Galias. Cuando los romanos se retiraron de lo que hoy es Francia, en el siglo V, ya habían sentado los fundamentos de casi todos los mayores viñedos del mundo moderno.

Diez años de Gloria


El flamenco en Logroño hace muchos años que ha dejado de ser circunstancial o exótico, de tener en el público a un elemento con carácter de descubridor al estilo de Washington Irving o el Doctor Livistong (¿supongo?). El arte jondo en Logroño se ha asentado de tal manera que en estos diez años de vida de los Jueves Flamencos el público de nuestra ciudad está considerado por los propios artistas como serio, exigente, cabal y respetuoso. Por ejemplo, el genial Chano Lobato, que es de largo el cantaor más apreciado por nuestra afición, ha destacado en más de una ocasión el placer que para el supone actuar aquí: «Siempre me han tratado muy bien, incluso haciéndome repetir una semana después. Se puede pedir más», se preguntaba un artista que es parte clave en la historia de lo jondo y también de la exposición que adornará la muestra: ‘Caballeros Flamencos’, obra del fotógrafo Paco Manzano y que se podrá disfrutar en la Sala de Exposiciones del Ayuntamiento.

sábado, 17 de diciembre de 2005

El vino se desnuda


He aquí el denominado ‘sombrero’ en el interior del depósito durante la fermentación. Los azúcares de la uva se han desdoblado en alcohol y en anhídrido carbónico, que en su búsqueda del cielo, eleva el hollejo formando una especie de sombrero que corona el líquido. El vino todavía no es vino, digamos que está en esencia, pero que necesita de las sabias manos del hombre para extraerle todas sus virtudes a lo largo de la vinificación y la posterior crianza, que no es sino una alquimia casi increíble y poética por la cual de unas uvas, seleccionadas con mimo y escrúpulo, aflora el caldo sugerente, con sabores tamizados que describen no sólo una cultura, sino la propia existencia del hombre. Puro dominio y lidia de la naturaleza, conocimiento precientífico de taninos, maceraciones y polifenoles, para saludar después al paladar en tránsitos que van más allá de lo escueto de las palabras.

La elaboración del vino, la enología, con su carga científica, no es una disciplina exacta y es precisamente ahí donde radica su magia y encanto. El vino mismo, su existencia, hunde su razón en la fermentación. El vino se desnuda y brota porque unos pequeños organismos de tamaño microscópico, las levaduras, fermentan y el mosto se precipita en su ser y cambia radicalmente. Esta transformación, clave del proceso, es diferente según la técnica y el tipo de vino que se desee obtener.
Después llegará la crianza de los vinos, que es un proceso alargado en el tiempo y que ha de llevarse a cabo con suma delicadeza y guantes de seda para que el ser vivo con el que se está tratando extraiga de sí sus mejores razones. Aquí surge, otra vez, el hermanamiento con la naturaleza a través de la madera. Ésta cede al vino sus sensaciones aromáticas y le presta sus propios taninos, que junto a los del propio caldo a envejecer, curten al vino, le otorgan parte de su prestancia. Además, se ha demostrado que la conjunción del vino y la madera retrasa la decadencia del jugo. Pero como en todo existe un límite que los bodegueros conocen al dedillo, ya que si el vino permanece más tiempo de la cuenta en la vasija de roble, los poderosos taninos ásperos de la madera se apoderan y consumen los aromas originarios del propio vino.
El caldo que se destina al envejecimiento es robusto y casi procaz con el paladar. Su color es vehemente y expresivo. La crianza durante el primer año se realiza en depósitos donde se decantan las partículas sólidas que aún conviven en el caldo suspendidas. Cada cuatro meses se trasiega para ir eliminándolas.
Antes de recibir el líquido, las barricas sufren una limpieza a conciencia quemando azufre en su interior para sanearlas y eliminar todo el oxígeno. El vino penetra lentamente a través de una caña hasta el fondo del recipiente con el fin de que no se forme espuma, para que el liquido no sufra ninguna oxidación por contacto con el aire. Seis meses en la barrica a una temperatura uniforme para que se produzca una microoxidación queda y uniforme. Tras este periodo se vuelve a trasegar el vino a otra barrica.
La segunda fase de la crianza en la barrica dura varios meses y se prolonga hasta que el bodeguero estime oportuno. El proceso de envejecimiento no ha terminado, ya que el caldo está en una etapa intermedia de su evolución tanto en lo que se refiere a los sabores como a los aromas. Para la crianza en botella se utilizan recipientes perfectamente límpidos y corchos elásticos y resistentes, sin olores ni sabores extraños. Las botellas, llenas ya de la sustancia, se colocan en los calados donde permanecerán en forma horizontal. Allí, en esas naves subterráneas y sin cambios de temperatura, con una humedad relativa del aire superior al 70%, comienza otro proceso de la crianza, donde el vino se afirma en su personalidad y redondea sus mejores características. No hay contacto con el oxígeno y por ello adquiere complejidad y elegancia. Esta etapa puede durar muchos años.
Según el periodo de envejecimiento, los vinos sometidos a crianza por el sistema de añadas, en proceso mixto de madera y botella, han de llevar en su etiqueta las indicaciones oportunas (crianza, reserva, gran reserva). La crianza afirma y reafirma lo mejor del vino, le otorga complejidad y hace que en La Rioja broten los mejores caldos, los más saborosos y los que identifican a nuestra tierra en el mundo.

Fotografía: Fernando Díaz

Enrique Morente será la máxima atracción de la décima edición de los Jueves Flamencos de Logroño


José Menese, ‘Son de la Frontera’, Arcángel, Paco del Pozo, Ginesa Ortega y las guitarras de Manolo Franco y Niño de Pura, completan un atractivo cartel

El décimo aniversario de los Jueves Flamencos del Salón de Columnas del Teatro Bretón tendrán en la figura del más trascedental e innovador de los cantaores vivos –Enrique Morente– el magnífico colofón a sus primeros dos lustros de llenos incontestables, de magníficos recitales y de una singular apuesta por uno de los estilos músicales más ricos en formas, lirismo y belleza.

Y aunque la presencia de Enrique Morente es trascedental para un ciclo que ha visto desfilar prácticamente a todos los artistas más grandes de esta expresión musical, la programación ofrecida por el Teatro Bretón es más que sobresaliente, ya que la figura de José Menese hay que colocarla también en los puestos cimeros de los últimos treinta años de la historia del flamenco.
Además, los aficionados de Logroño tienen ganas de ver a Enrique Morente en un espacio –el de la sala grande del Teatro Bretón– en una actuación lo más flamenca posible, sin la frialdad de un pabellón deportivo y sin el aditamento de demasiados músicos a su alrededor. Morente sin más... (casi nada).

Homenaje a Diego del Gastor
Una de las citas más atractivas y llamativas será la del grupo ‘Son de la Frontera’, que profundizando en la figura de un tocaor tan desconocido como alucinante –Diego del Gastor–, introducen un nuevo instrumento hasta ahora prácticamente desconocido en el flamenco: el tres cubano. Tienen un disco en la calle que es un portento de flamencura arrebatada.

Son de la Frontera: Raúl Rodríguez (tres cubano), Paco de Amparo (guitarra), Moi de Morón (cante) y Diego Flores y Pepe Torres (baile y palmas).
Actuación: 19 de enero, a las 22 horas.

Arcángel: joven cantaor que debutó en los Jueves Flamencos en 2001 y de gran futuro.
Guitarrista: Miguel Ángel Cortés.
Actuación: 16 de febrero, a las 22 horas.

José Menese:
El histórico cantaor de la Puebla de Cazalla vuelve a Logroño.
Guitarrista: Antonio Carrión.
Actuación: 2 de febrero, a las 22 horas.

Sonantas de Oro: Concierto de guitarra a cargo de los tocaores sevillanos Manolo Franco, que el año pasado estuvo con 'El Yunque' y Niño de Pura.
Actuación: 2 de marzo, a las 22 horas.

Ginesa Ortega: Después de más de diez años, la cantaora catalana vuelve a La Rioja.
Guitarrista: Juan Ramón Caro.
Actuación: 30 de marzo, a las 22 horas.

Paco del Pozo: Será su tercera actuación en los Jueves Flamencos.
Guitarrista: Antonio Carrión.
Actuación: 16 de marzo, a las 22 horas.

Enrique Morente actuará en el Teatro Bretón el próximo 6 de abril como colofón a los Jueves Flamencos

jueves, 15 de diciembre de 2005

Nunc est bibendum (V)


Los vinos de Roma, al parecer, tenían extraordinarias propiedades para la conservación. Este dato por si sólo sugiere que su gran calidad. Las grandes cosechas eran comentadas e incluso bebidas durante más tiempo del que parece posible; el famoso vino Optidiano era consumido incluso 125 años después de su elaboración.

Los romanos poseían todo lo necesario para envejecer el vino. No se veían limitados, como les sucedía a los griegos, a las ánforas de barro, aunque también ellos las utilizaban, sino que tenían barricas y botellas de cristal muy parecidas a las actuales. Es razonable suponer que aquellos habitantes de la península itálica bebían un vino con bastante parecido al actual: joven y elaborado con métodos rudimentarios; seco o fuerte, según el tiempo estival. El sistema romano de cultivo de las vides todavía se practica en el sur de Italia y en el norte de Portugal.
Y es que los romanos –herederos del saber griego sobre el vino– le agregaron azúcar para aumentar su contenido alcohólico, establecieron el uso de la poda, el refinamiento en el proceso de fermentación, las ollas de cobre usadas en los mostos, la adicción de yeso para controlar el exceso de acidez e incluso, la decantación.

Los dulces imperiales
El viñedo más célebre de la época romana estaba en Falerne y fue motivo de inspiración de varios poetas, en especial de Horacio. El palacio imperial adoptó por mucho tiempo como su vino oficial al producido en este lugar, ya que fue el viñedo más grande de la antigüedad. Cada emperador tenía su favorito y, naturalmente, lo ponía de moda. Los romanos mostraron inclinación por los vinos importados y acostumbraban agregar miel a éstos, por lo que se deduce que los vinos dulces eran los más apreciados. Al vino se le atribuían propiedades farmacéuticas e incluso mágicas. El mosto se fermentaba en ánforas de barro; como los romanos deseaban producir vinos muy concentrados, exponían las ánforas con el mosto al calor para obtener un sabor más fuerte. Al consumirlo, para acompañar sus comidas, al vino se le agregaba agua para suavizarlo.

Imagen: Jarros y lucernas de la necrópolis púnica de Jardín. Torre del Mar (Málaga). Siglos VI-V a. c.

Continuará...

miércoles, 14 de diciembre de 2005

El Puerto de San Lorenzo lidió un toro ‘afeitado’ en Logroño y lo toreó Salvador Vega


Un toro de la ganadería de ‘El Puerto de San Lorenzo’, hierro salmantino propiedad de Lorenzo Fraile Martín, ha dado positivo por ‘afeitado’. El burel, de nombre ‘Macarito’ (nº 59, de 599 kg y nacido en noviembre de 1999), le correspondió al torero malagueño Salvador Vega y se lidió en sexto lugar de la cuarta corrida de la feria de San Mateo, en la que también actuaron Enrique Ponce y Sebastián Castella. El año pasado en Logroño, también se sancionó a otra ganadería, en este caso 'Lagunajanda', por lidiar otro astado manipulado. En este caso el torero fue César Jiménez. Además, han vuelto a ser propuestos para sanción todos los picadores que actuaron en la pasada feria de Logroño por comparecer en el ruedo con los ojos de sus caballos tapados.

Nunc est bibendum (IV)


Grecia ha sido uno de los pueblos que más ha honrado al vino. Sus tres comidas principales, incluyendo el desayuno, estaban básicamente compuestas de pan, cordero y abundante vino. Aunque también es verdad que se aguaba, ya que en su estado puro sólo era consumido antes de que los banquetes en honor a Dionisios se celebraran.

Tanto es así que Platón decía que “el vino hace a la persona que lo bebe más jovial de lo que estaba antes y, cuanto más lo ingiere más se siente henchido de grandes esperanzas y un sentido del poder, hasta que finalmente, plenamente envanecido, abunda en todo tipo de oratoria y acciones y todo tipo de audacias”.
Debido a la potencia de la bebida divina, la experiencia estableció con el tiempo que el vino, el cual puede fortalecer tanto la mente como el cuerpo, era una bendición sólo para aquellos que lo consumían con medida y por ello fue que a Dionisios también se le conoció como el sanador o el que otorga la salud.
Algunos apoyan la idea de que fue el mismo Dios quien estableció los límites de la bebida, aconsejando únicamente tres cuencos de vino. El primero para la salud, el segundo para el amor y el placer y el tercero, para el sueño. El cuarto llevaría a la violencia... y el décimo a la locura. En Rodas se producía a gran escala buenos vinos, por lo que eran exportados en ánforas sobre las cuales se imprimían unos racimos de uvas y el nombre del vino a título de marca original.

Imagen: Vaso de alabastro de Uruk. Museo de Irak

Continuará...

martes, 13 de diciembre de 2005

Nunc est bibendum (III)


Al imperio chino llegó la cultura del vino desde el oeste, con casi toda probabilidad desde Persia, ya que incluso la etimología hace derivar la palabra china putau (vino) del persa budawa (uva). Además, el mito del vino no se limita a las culturas occidentales, ya que por ejemplo, la religión taoítsa dice que los inmortales son los bebedores de vino, incluso tienen su propio dios Baco, a quien llamaron Lan Tsai-Huo.

Los vinos griegos
Los poetas, dramaturgos y filósofos griegos glosaron con vehemencia la calidad de los vinos griegos. Sin embargo, se solían consumir disueltos con agua caliente y por ello, hoy podrían resultar muy parecidos a algunos rosados excesivamente dulces, posiblemente ricos en aromas a moscatel y tal vez con leves recuerdos a resina y con necesidad de disolución antes de ser consumidos.
Del siglo VIII al VI a.c. tomó en Grecia importancia el desarrollo de la vid, ya que en este periodo se llevaron a cabo bastantes desmontes para que la uva reemplazara el espacio de los árboles derribados. Los griegos trabajaban y abonaban sus viñedos con esmero y Macedonia tenía sus principales masas de vid en las provincias de Calcídica y, de mayor reputación, de Acanthe en el Golfo de Pericles, así como en las ciudades de Mendé y Schione. En la Grecia central no abundaban los grandes vinos; sin embargo la considerada como la más griega de las provincias, Ática –la cual no destacaba como una región vitivinícola– pasó a la historia un vino, al que llamaron ‘el vino de oro’: el Chrysattikos.
Fue tal el desarrollo de los viñedos griegos que traspasaron las fronteras y llevaron la técnica del cultivo por todo el Mediterráneo hasta alcanzar las costas de Francia y España. Así pues, los vinos griegos resultaron ser un producto muy codiciado para la exportación a pesar de tener un precio muy elevado.

Imagen: El mito de Dyonisios y Ampelos en una estela típica de arte romano provincial. (Museo de Vigo).

lunes, 12 de diciembre de 2005

Nunc est bibendum (II)


Uno de los primeros lugares del mundo donde se estableció el consumo del vino fue el Egipto de los faraones. La producción vinícola egipcia no sólo servía para las celebraciones religiosas sino también para fines terapéuticos y, fundamentalmente, para su vida social.

En su mítico delta se cultivaba la vid; en el Bajo Nilo los viñedos compartían los terrenos con los cerales y en el Alto Nilo lo hacían con las datileras y los granados. Así, la palabra arp, (vino) fue la primera de las que descifraron los egiptólogos pioneros del siglo XIX al desenmarañar los intrincados jeroglíficos egipcios.
Un cortesano del faraón Sesostris I (2000 años a. c.) decía que “el vino palestino era muy apreciado y abundaba más que el agua”. La elaboración se consumaba con un método muy sencillo: se recogían las uvas en grandes canastos, se estrujaban con los pies y de ahí se obtenía el ansiado mosto.
La fermentación se llevaba a cabo en grandes jarras de barro, que a su vez eran untadas en su interior con grasas de pescado para impermeabilizaras. Los vinos egipcios eran tintos y blancos y poseían un destacable espíritu licoroso. Sin embargo, el pueblo llano no lo consumía apenas, ya que la costumbre pasaba por trasegar distintas bebidas obtenidas de palma. El vino era la bebida exclusiva de los faraones, clérigos y guerreros, e incluso, sus caldos más delicados y exquisitos los depositaban en los sepulcros como ofrenda a las divinidades.
En el caso de la India es bastante probable que el cultivo de la vid llegara de la mano de las tribus nómadas arias, en el segundo milenio antes de Cristo, aunque también se cree que pudo llegar más tarde, con las campañas de Alejandro Magno.

Imagen: Un papiro funerario egipcio que representa al dios Horus. A la izquierda, un sacerdote escancia vino. (Museo del Louvre. París)

Continuará...

sábado, 10 de diciembre de 2005

Nunc est bibendum (I) (“Ahora, debemos beber” Horacio)


El historiador griego Tucídices dijo en el siglo V antes de Cristo que los pueblos del Mediterráneo emergieron del barbarismo cuando aprendieron a cultivar la oliva y la vid

La historia del vino se remonta casi mucho más lejos de lo que puede abarcar el pensamiento de un solo hombre y por eso en la nebulosa de la historia quedará para siempre el paso de la viña silvestre a la viña cultivada, lo que bien se podría definir como domesticación del viñedo.
Algunos historiadores creen que el hombre tuvo noticia del vino antes, incluso, de aprender a cultivarlo. Se supone que el género Vitis –que comprende todas las vides domésticas– apareció en la remota Era Terciaria. La Vitis sezanensis, una cepa fósil de más de 50 millones de años, se encontró en algún lugar de Francia. Hace unos 12 millones de años –antes de la aparición del hombre– vivieron algunas variedades de Vitis, la ausoniae y la vinifera selvatica. También se han encontrado restos de viñas silvestres en el centro de Francia, Ucrania y España. Asimismo, se han hallado losas de piedra de grandes proporciones– rematadas con forma de grandes vasijas– en las que se pisaban las uvas para que el mosto se deslizara por un canal tallado sobre ellas. Estas hallazgos aparecieron en Hungría, Oriente Próximo y en la Transcaucasia.
Vinos de la antigüedad
No sería aventurado afirmar que el vino aparece a la vez que la propia civilización, por ello los primeros testimonios del cultivo de viñedos parecen datar del año 7.000 a.c., en una región ubicada al sur del Mar Negro, en las fértiles llanuras de Sumeria, en la antigua Mesopotamia, por ello esta civilización fue la verdadera cuna del vino en la antigüedad.
Algunos datos lingüísticos revelan el origen de la palabra vino, que tiene su raíz en la antiquísima voz caucásica voino, que quiere decir algo parecido a “bebida intoxicante de uvas”. Después, los griegos la llamarían oinos; los romanos vinum; oini los armenios y wain los abisinios.
En Lagash –ciudad sumeria en la cuenca baja del Tigris– existían zonas de regadío donde crecían las viñas unos 3.000 años antes del nacimiento de Cristo. En esta cultura, el vino era la bebida preferida de los reyes y comerciantes y además tenía un reconocimiento mítico de fertilidad. Por ejemplo, una escultura hitita de uno de sus reyes representa al dios de la fertilidad con racimos de uva en sus manos.

Imagen: Vasija en forma de león que servía como vaso para libaciones, procedente de Kültepe, de la cultura Hitita, datada en el siglo XIX a.c. (Museo del Louvre, París).

Continuará....

lunes, 5 de diciembre de 2005

«Los toros de Miura tienen un punto humano y cuando miran, te analizan»


El ganadero Eduardo Miura, copropietario de la divisa más legendaria del campo bravo, impartió el sábado en Logroño una conferencia sobre la leyenda de sus ‘Miuras’, el toro bravo por antonomasia. Estuvo en el Programa Sol y Sombra de Punto Radio La Rioja y esto es lo que dijo.
– ¿Si existe un toro de leyenda ése es el de Miura?
– Después de más de cien años que lleva nuestra familia al frente de la ganadería, sí que es verdad que el nuestro hierro posee unas connotaciones muy especiales porque es un toro diferente.
– Tanto es así que incluso ha pasado al acervo cotidiano e incluso al lenguaje. De ahí lo de decir que se vino como un Miura...
– No quiero ser presumido ni prepotente, pero llevar un apellido así imprime una gran responsabilidad, porque incluso está en el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia. Por eso todas las decisiones que se toman en la ganadería tienen que ser muy premeditadas.
– ¿De dónde vienen los Miura?
– Todo empezó en 1842 con mi tatarabuelo, que tenía un oficio –el de sombrerero– que nada tenía que ver con el toreo. Pero fue su hijo, Antonio, el que sacó adelante la ganadería. Estoy seguro de que ni se podían imaginar hasta dónde ha llegado la leyenda y que su legado iba a perdurar durante tantos años. Según dicen, nuestro apellido viene de la zona del Valle de Baztán (Navarra) o de Fuenterrabía en Guipúzcoa, pero esa cuestión ha preocupado más a los historiadores que a nosotros, que siempre nos hemos considerado del sitio en el que estamos.
– ¿Cómo definiría a los miuras?
– Aparte de su especial configuración morfológica y de su tamaño, yo hablaría de su actitud, de una forma de mirar que tiene un punto de humano. Uno va por los cerrados de las fincas y ves que desde que son becerros te analizan, que te observan como si tuvieran un goterón de sentido casi humano. Este aspecto es el que más molesta y preocupa a los toreros. Además, se trata de un toro que tiene buena memoria y que cuando no se le hacen las cosas como es debido, parece que se acuerda.

Cataluña, los toros y demás cuitas
Eduardo Miura analiza de esta forma el apoyo de varios parlamentarios españoles en Europa a la supresión de las ayudas a la cabaña brava: «No me sorprende la actitud de los Verdes, pero me choca el voto de esos diputados españoles que va en contra de una raza que es única en el mundo y que aporta un patrimonio genético irremplazable».

El españolismo
Preguntado sobre si está influyendo en varios sectores nacionalistas perifércos el hecho de identificar las corridas de toros y el propio fenómeno taurino con algo que ellos tachan como ‘españolista’, Eduardo Miura hizo la siguiente reflexión: «No me gusta entrar en política porque no es mi campo, pero tengo que decir que el toreo es algo universal, como demuestra que no nace en España, sino en la Cuenca Mediterránea. Lo que está claro es que nuestro país ha sido el último refugio del mito del toro. A partir de ahí se ha irradiado ha muchos lugares del mundo, como Francia o América Latina. De hecho, nosotros hemos lidiado en Montevideo, en La Habana o en Camagüey. Yo creo que con estas actitudes se ataca algo tan importante como son nuestra propias raíces culturales.

Miura: (Definición del diccionario de la RAE). «Toro de la ganadería de Miura, formada en 1848 por Eduardo Miura, famosa por la bravura e intención atribuida a sus reses. 2. coloq. Persona aviesa, de malas intenciones».

gracias por visitar toroprensa.com

Blog de ideas de Pablo G. Mancha. (Copyleft) –año 2005/06/07/08–

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